lunes, 11 de abril de 2011

Ciencia, pseudociencia y postmodernismo: caso práctico, homeopatía

1. 

1 Ciencia, pseudociencia y postmodernismo

Empecemos, para situar la cuestión, por definir a grandes rasgos lo que consideramos por ciencia, pseudociencia y postmodernismo. Estas definiciones no tienen la intención de ser exhaustivas ni excluyentes entre sí, ya que, como veremos más adelante, la frontera entre las tres no es siempre clara..

1.1 Ciencia

Por ciencia, entendemos una cosmovisión que prima la razón y la observación, y una metodología que busca adquirir un conocimiento preciso del mundo natural y social. La metodología se caracteriza, sobre todo, por el espíritu crítico. El espíritu crítico es el compromiso al refrendo de proposiciones mediante observaciones y/o experimentos. El corolario del espíritu crítico es la falsabilidad, es decir, el entendimiento de que todo nuestro conocimiento empírico es provisional, incompleto y abierto a revisión, a la luz de nuevas evidencias o nuevos argumentos. Es importante resaltar que las teorías con una historia de pruebas positivas en las ciencias, tienen en general una red interconectada de evidencias que vienen de diferentes fuentes, en oposición a poder verificar una teoría únicamente con un experimento crucial. A su vez, una teoría suele ser coherente con otras teorías tanto de su propia disciplina como de otras, por lo cual una teoría no se encuentra aislada sino que forma parte de una visión del mundo coherente y más amplia, también llamada marco o paradigma. Así, la biología tiene que ser compatible con la química, y esta con la física, etc. El sujeto estudiado en la ciencia puede ser cualquiera, y la ciencia sería la forma de aproximarnos a este sujeto o fenómeno.

1.2 Pseudociencia

En el caso de la pseudociencia, el sujeto puede ser también cualquiera, y en muchos casos es el mismo que el de la ciencia. La pseudociencia y la ciencia no se diferencian, por tanto, en el fenómeno que estudian, sino más bien en los métodos empleados, o a veces, en la calidad de los mismos, y por tanto en la fiabilidad del conocimiento (o supuesto conocimiento) obtenido. Se usará el término pseudociencia, más concretamente, para designar cualquier cuerpo de ideas que:
·        hace proposiciones sobre fenómenos reales o inventados y/o relaciones causales reales o inventadas que la ciencia considera justificadamente que son implausibles.
·        intenta apoyar y justificar estas proposiciones mediante tipos de argumentos o evidencias que están lejos de tener el rigor lógico o de evidencias que maneja la ciencia.
Vale la pena detenerse en observar que esta definición de pseudociencia se ha realizado en oposición a lo que es ciencia. Además, la mayoría de las veces, las pseudociencias también tienen estas características:
·         se autoproclaman científicas, o proclaman que sus proposiciones están relacionadas con teorías científicas, especialmente con recientes descubrimientos científicos.
·         tienen un cuerpo de ideas o teoría complejo y lógicamente coherente que explica una amplia variedad de fenómenos.
·         Sus practicantes normalmente recurren a un largo periodo de formación y obtención de títulos

1.3 Postmodernismo

El término postmodernismo es incluso más difuso que los anteriores, cubriendo ideas dispares que afectan a disciplinas como el arte, la arquitectura, la sociología o la filosofía. Una definición más acotada y útil para el tema que nos ocupa podría ser que es una corriente intelectual caracterizada por un rechazo más o menos explícito a la tradicion racionalista de la Ilustración, con discursos teóricos no conectados con ninguna prueba empírica, y con un relativismo cultural y cognitivo que considera la ciencia como nada más que un cuento o un mito o una construcción social, entre otros.
Por tanto, el postmodernismo rechaza la idea de que las proposiciones sobre el mundo social o natural puedan ser objetiva y transculturalmente calificadas como verdaderas o falsas. Con frecuencia redefinen la palabra “verdad” para denotar acuerdo intersubjetivo o utilidad práctica. Todo depende de un punto de vista subjetivo, donde valores morales o estéticos desplazan a los cognitivos como el criterio para evaluar proposiciones de hechos reales (o supuestamente reales).

1.4 Ciencia y pseudociencia

Vemos que aunque en nuestra definición de pseudociencia hemos usado un criterio cualitativo de lo que no llega a ser ciencia, la diferencia entre las dos no se puede hacer de modo taxativo. Por tanto, no hay una línea clara que separe a las dos. Más bien, podemos pensar que existe una línea continua donde a un lado tenemos lo que entendemos por ciencia y al otro lado lo que entendemos por pseudociencia. En el extremo del lado de la ciencia, tendríamos las teorías científicas bien establecidas y con una larga tradición y prueba, como por ejemplo la idea de que la materia está compuesta de átomos. Un poco más hacia el centro de la línea, aunque todavía en el lado de las ciencias, otras teorías modernas o especulativas de la ciencia, como la teoría de cuerdas. Un poco más al centro, podríamos encuadrar teorías científicas tan especulativas que nunca han sido probadas, como por ejemplo la fusión fría. En el otro lado, podríamos poner cosas como la homeopatía, la astrología, el reiki o la acupuntura (el orden en este caso sería más cerca del centro mientras mayores evidencias hayan sido presentadas y contrastadas con el mundo real). Hay que señalar que aunque la línea sea continua, existen diferencias claras entre ambos lados de ella (del mismo modo que aunque la temperatura sea un continuo, existen diferencias claras entre el agua a menos diez grados y el agua a ciento diez grados).

1.5 Ciencia y pseudociencia versus postmodernismo

En principio, el criterio diferenciador entre ciencia y pseudociencia versus posmodernismo, es que las dos primeras toman como axioma básico de comienzo de su actividad intelectual la existencia de un mundo real (natural o social) objetivo y observable, y de unas reglas comunes entendibles que lo definen. En general, las pseudociencias son abiertamente antipostmodernistas y critican el postmodernismo duramente. Sin embargo, algunos pseudocientíficos emplean argumentos postmodernistas, bien ocasional o sistemáticamente: ocasionalmente, cuando algunos pseudocientíficos (que en situaciones normales comparten el antipostmodernismo científico) se sienten acorralados en una discusión, o son forzados a explicar sus argumentos en favor de la validez de su pseudociencia particular; sistemáticamente, los grandes teóricos de las distintas pseudociencias tienden a justificar su disciplina incurriendo en uno de estos argumentos postmodernos:
·        Los métodos científicos, lógicos o racionales no son suficientes para encontrar la razón última de su disciplina. La intuición o iluminación sustituyen al conocimiento científico, que no es válido cuando se trata de probar la pseudociencia.
·        La ciencia moderna es fundamentalmente violenta, opresora, explotadora, y al servicio del capital, de las grandes compañías farmacéuticas, de los poderes fácticos o estados malignos.
·        La universalidad y objetividad de la ciencia moderna se pone en entredicho. La ciencia moderna no es más que etno-ciencia del mundo occidental, completamente permeable a sus valores. Otras formas de conocimiento de otras culturas son igualmente válidas, cuando no superiores.
·        Cada civilización o cultura tiene el derecho de crear su propia ciencia, acorde con su cultura y valores.

1.6 Postmodernismo y pseudociencia

Entre los intelectuales cuya  principal ocupación es el postmodernismo, solo una pequeña parte parecen exhibir adhesión a la pseudociencia. Sin embargo, ocasionalmente pueden hacer comentarios favorables sobre homeopatía, parapsicología o astrología. Esto suele ser normalmente un calculado movimiento con el objetivo de escandalizar al mundo científico o racionalista, más que una creencia genuina. Hay, sin embargo, una situación en la cual los postmodernistas suelen dar apoyo incondicional a las tesis pseudocientíficas: cuando las teorías explicitadas apoyan o parecen apoyar sus objetivos intelectuales o políticos. En este caso, el uso de la pseudociencia que hacen los postmodernistas se parece mucho al uso de la ciencia (en especial, la física cuántica) que hacen ellos mismos. Usan, respaldan y citan estas teorías en la medida que justifiquen (o crean que justifican) sus fines. Los postmodernistas se muestran extremadamente escépticos ante teorías (ya sean científicas o pseudocientíficas) que a priori se posicionan en contra de sus objetivos políticos, y extremadamente próximos ante teorías que los justifican.

1.7 Lo que la pseudociencia nos enseña sobre la ciencia

Como pasa en otros aspectos de la vida, al intentar definir y llevar al límite los conceptos, o al contrastarlos con otros, es cuando realmente aprendemos sobre ellos. Es oportuno decir que gracias a la práctica de la pseudociencia y a los que la hacen posible, los científicos y los filósofos de la ciencia han sido y son capaces de conocer y reflexionar más sobre la ciencia. Algunas cosas sobre las que nos hace reflexionar la pseudociencia son:
·        Modelos del método científico: de todas las definiciones posibles que se pueden dar del método científico, cada una de ellas puede ser usada por alguna pseudociencia para justificar su disciplina. No sólo no existe, por tanto, un solo método científico, sino que además cualquier método científico es imperfecto.
·        Verificación experimental: en ningún experimento científico se puede estar seguro que la hipótesis pueda ser falsa en algún otro contexto, y es realmente difícil hacer pruebas experimentales sobre muchos fenómenos.
·        Predicciones: la predicción es otra herramienta de la cual los pseudocientíficos abusan ampliamente. La predicción solo es válida si se deriva rigurosamente de la teoría. Coincidencias, predicciones vagas o correlaciones no causales no pueden considerarse predicciones válidas.
·        Falsabilidad: fue citada por Karl Popper como una de las características definitorias de la ciencia. Muchos ejemplos de falsabilidad al final han resultado ser erróneos porque estaban basados en premisa errónea.
·        Replicabilidad: es otra gran característica comúnmente citada de la ciencia. Cuando alguien desprecia la replicabilidad de su experimento, estamos ante una señal casi inequívoca de que nos encontramos ante una pseudociencia (como por ejemplo en las investigaciones paranormales, donde sus fenómenos son raros y muy difícilmente reproducibles)
·        Infinitesimalidad de lo cierto (entropía): de entre todas las hipótesis que nos podamos imaginar, de sólo una pequeñísima parte podríamos realmente discutir sobre su verdad y contrastarla con el mundo real. Podríamos decir que la Tierra tiene 5 años de antigüedad, o 6, o 7, o 14, y todas estas proposiciones serían trivialmente falsas. Sólo hay un reducido número de afirmaciones que deben ser consideradas seriamente como candidatas a formar parte de una teoría.
·        Ciencia y Verdad: la verdad científica es siempre provisional, aunque aproximativa.

2 Caso práctico: homeopatía

La homeopatía es posiblemente el ejemplo paradigmático de una terapia alternativa pseudocientífica: se respalda de la autoridad que le confiere una rica herencia histórica, pero su historia se reescribe constantemente por sus laboratorios en busca de un mercado actual; tiene un marco elaborado y con aspecto de solidez científica para demostrar cómo funciona, pero no tiene ninguna evidencia científica para demostrar su veracidad; y sus partidarios creen sin dudarlo que tomando sus píldoras o disoluciones mejorará su salud, cuando ha sido investigado ampliamente, en numerosas pruebas, que no es capaz de funcionar mejor de lo que funciona el placebo.
La homeopatía fue creada por el doctor alemán Samuel Hahnemann en el siglo XVIII, cuando la medicina consistía en purgas, sangrías y otras métodos igual de ineficaces y dañinos, y no se tenían  los actuales conocimientos en química. Ante este panorama, la homeopatía, sobre todo por su inocuidad y el desconocimiento general en química, podría parecer bastante razonable.
Se basa en dos principios fundamentales:
·        Lo parecido cura lo parecido: cuando uno desarrolla una enfermedad, esta le provoca unos síntomas apreciables por el médico. Una forma de curar esta enfermedad es encontrar un elemento externo que provoque los mismos síntomas que los que provoca la enfermedad. Por ejemplo, en una conjuntivitis, los ojos lloran. Cuando pelas una cebolla, los ojos lloran. Comer cebolla por tanto podría ser un buen remedio para la conjuntivitis.
·        Ley de los infinitesimales: mientras más diluida esté la sustancia parecida que se elija, más efectivo será el tratamiento. La disolución de la sustancia potenciará su habilidad curativa, al mismo tiempo que reducirá sus efectos secundarios.

2.1 Homeopatía como pseudociencia

Basándonos en la definición de la sección anterior de pseudociencia, analicemos por qué clasificamos la homeopatía como tal.
1.      Hace proposiciones sobre fenómenos reales o inventados y/o relaciones causales reales o inventadas que la ciencia considera justificadamente que son implausibles
Con los conocimientos actuales de química, que no se tenían cuando se inventó la homeopatía, se sabe que al disolver tantas veces el supuesto principio activo en agua, la probabilidad de encontrar una sola molécula en la disolución es prácticamente nula.
2.      Intenta apoyar y justificar estas proposiciones mediante tipos de argumentos o evidencias que están lejos de tener el rigor lógico o de evidencias que maneja la ciencia
Muchos artículos homeopáticos no se publican en ninguna revista, ni pasan ningún tipo de control o evaluación por pares. Los que lo hacen, suelen tener bastante baja calidad y estar llenos de pruebas poco rigurosas, que no pasarían cualquier evaluación por pares lo suficientemente rigurosamente. Es normal encontrar en artículos y pruebas presentadas por los defensores de la homeopatía controles sin doble ciego, sin aletoriedad en la muestra, muestras con el tamaño inadecuado, o meta-análisis donde se escogen los trabajos más favorables a lo que se quiere probar y se ignoran el resto (cherry-picking)
3.      Se autoproclaman científicas, o proclaman que sus proposiciones están relacionadas con teorías científicas, especialmente con recientes descubrimientos científicos”:
El mismo Hahnemann proclamaba la naturaleza científica de la homeopatía, declarando incluso que ésta no tenía “nada de natural” (es curioso que se la publicite muchas veces, algunas de ellas intencionalmente, como medicina natural). En tiempos recientes, debido a que los conocimientos químicos actuales nos permiten asegurar que no existe ninguna molécula del principio activo en la disolución que se toma, se creó el concepto de memoria del agua, y se intenta justificar éste aludiendo a la mecánica cuántica (especialmente al entrelazamiento cuántico)
4.      Tienen un cuerpo de ideas o teoría complejo y lógicamente coherente que explica una amplia variedad de fenómenos
Desarrolla su propia teoría sobre la curación, donde se redefine la enfermedad como un desequilibrio de energías vitales en el ser humano, entendiendo a éste como un sujeto holístico que tratar siguiendo su propio sistema de leyes (la ley de los parecidos y las disoluciones)
5.      Sus practicantes normalmente recurren a un largo periodo de formación y obtención de títulos
Un homeópata puede obtener diferentes y variadas titulaciones, organizadas por niveles de conocimiento, siendo ésto un proceso largo y normalmente costoso. También existen algunas universidades que lamentablemente imparten cursos o asignaturas sobre estas prácticas. Están respaldados por grandes compañías homeópaticas que tienen grandes cuotas de mercado y cuyos dividendos se cifran en cientos de millones de euros, y en algunos países, como la India o Alemania, la medicina homeopática está incluida y subvencionada en el sistema de seguridad social del país.

2.2 Conexión con el postmodernismo

Como vimos anteriormente, cuando los pseudocientíficos (ya sea usuarios normales o bien los responsables teóricos de la pseudociencia) se ven forzados a dar explicaciones sobre ella, recurren a argumentos postmodernistas que de otra forma normalmente niegan. En el caso de la homeopatía, los argumentos a los que suelen recurrir son:
·        negar la validez de la ciencia para probar los principios en los que se basa la homeopatía: después de que la química avanzara y se descubriera el número de Avogadro (es decir, la cantidad de moléculas de una sustancia que hay en un mol de dicha sustancia, se hacía evidente que a partir de disoluciones homeopáticas 12CH era prácticamente imposible el poder encontrar una sola molécula del principio activo en la disolución. Cuando en el mercado hay disponibles disoluciones de 30CH de una forma corriente, la justificación fue que la ciencia actual todavía no puede probar que la estructura del agua homeopática es distinta a la del agua normal, inventándose la justificación de la memoria del agua como explicación al efecto de la disolución con respecto al agua normal.
·        usar indebidamente y totalmente fuera de contexto principios de la física establecida para respaldar y darle un halo de validez a la homeopatía: justifican esta memoria del agua con física cuántica, pero citan la física cuántica sacada fuera de contexto y sin un verdadero sentido.

2.3 Beneficios, inconvenientes e impacto de la homeopatía

Hemos visto en el apartado anterior qué es la homeopatía, en los principios en los que se basa, el porqué de su clasificación como pseudociencia, y sus conexiones con la ciencia y el postmodernismo. En este apartado intentaremos ir más allá de las definiciones y las relaciones de la homeopatía con los campos estudiados para darle una dimensión social. Intentaremos ver por qué la homeopatía es tan exitosa en nuestro mundo occidental, y las ventajas, inconvenientes e impacto que tendría (tiene, deberíamos decir) el hecho de tener acceso al tratamiento homeopático y el universo que conlleva en nuestra sociedad.
Beneficios: el efecto placebo
Los homeópatas saben (consciente o inconscientemente) manejar con gran habilidad las posibilidades de curación que ofrece el efecto placebo. El efecto placebo versa sobre las expectativas de curación de un paciente encuadradas en el contexto social, y la relación entre éstas y el hecho de que la curación llegue a producirse. El efecto placebo es muy potente y puede mejorar la salud y el bienestar de muchas personas si se usa de forma adecuada. Un correcto manejo del efecto placebo por parte de los homeópatas, podría ser un efectivo “tratamiento” sin efectos secundarios para diversas dolencias crónicas o recurrentes que no tienen una cura aún en la medicina tradicional.
Inconvenientes
La homeopatía, como hemos explicado anteriormente, destaca por su ausencia de tratamiento efectivo. Esto, junto con lo explicado antes en el apartado de beneficios y uso del efecto placebo, plantea dilemas éticos al médico y a los organismos encargados de homologar su práctica (Ministerios de Sanidad, Consejerías de Sanidad, autoridades locales, etc). En una época como la actual donde la tendencia es hacia una relación basada en la honestidad y la franqueza entre médico y paciente, incluso en los casos más graves de enfermedades terminales, el volver a un estado donde el médico sea una figura paternalista que puede jugar con el destino de un paciente desinformado no parece un paso hacia delante sino más bien un retroceso.
Otro apartado en el que podemos ver aspectos sociales negativos de la homeopatía es en que medicaliza problemas,  usando píldoras o disoluciones como respuesta en realidad muchas veces a un problema social. Promover la idea de que cualquier dolencia o problema de salud o bienestar es posible arreglarlo tomando una disolución es una idea peligrosa que hace que luego los pacientes exijan también esta medicalización cuando acuden a una consulta de medicina tradicional.
Promueve también una actitud hacia la medicina, y hacia la ciencia en general, perniciosa, que lleva a una desconfianza que puede tener consecuencias en otros campos no directamente relacionados, como por ejemplo las campañas de vacunación.
¿Por que triunfa la homeopatía (y las pseudociencias en general)?
Si el método científico tiene alguna autoridad o valor, es porque representa una aproximación sistemática a la realidad. Y esta aproximación sistemática es bondadosa porque muchas veces la aproximación no sistemática puede llevarnos a errores. Usar la intuición o el presentimiento es sin duda útil y muchas veces necesario, pero estos juicios rápidos y sistemáticos algunas veces nos llevan a producir falacias cognitivas que alteran gravemente el juicio y lo separan de la realidad. Es difícil no caer en manos del pensamiento pseudocientífico, ya que estamos biológicamente programados para ello. La sistematización científica nos aleja de este natural camino hacia un conocimiento mas coherente con la realidad. Algunas falacias cognitivas son:
·        Aleatoriedad: como humanos, tenemos tendencia a encontrar patrones en todas partes. Esta búsqueda de patrones sin duda han ayudado a nuestra supervivencia, pero nos hace muy difícil distinguir la aleatoriedad de un hecho.
·        Vuelta al origen: cuando algo está en un extremo, normalmente después de un tiempo vuelve a los valores normales con naturalidad. Muchas enfermedades, como dolores de espalda, de cabeza, resfriado, etc, presentan esta característica sin que nosotros intervengamos de modo activo en curarlas. Sin embargo, si se hace algo activamente para curarlas, muchas veces se puede pensar que el hecho de hacer este algo está intrínsecamente asociado a la curación, cuando puede ser que simplemente volvió a los valores naturales.
·        Sesgo hacia evidencias positivas: tenemos una tendencia innata a sobrevalorar la evidencia que confirmen nuestra hipótesis, y a minusvalorar la evidencia que la contradiga.
·        Sesgo con respecto a nuestras creencias previas: no solo buscamos y sobrevaloramos evidencias que confirmen nuestras hipótesis presentes, sino que tambien sobrevaloramos aquellas que confirmen y reafirmen nuestras creencias.
·        Disponibilidad: nuestra atención se centra mucho mas en lo extraordinario que en lo ordinario. Este sesgo hacia lo extraordinario puede hacernos creer que lo extraordinario ocurre con mucha más frecuencia de lo que ocurre en realidad.
·        Influencias sociales: seleccionamos (consciente o inconscientemente) a personas que tienen nuestros mismos valores y creencias, por tanto las respuestas y modelos obtenidos por ellas tendrán un carácter validatorio sobre nuestras creencias.

3 Conclusión

La utilización de argumentos postmodernistas por parte de las pseudociencias suelen ser fruto de un acorralamiento por parte de racionalistas, donde el pseudocientífico podrá incluso negar la realidad o relativizarla, o bien pueden venir de parte de los teóricos e intelectuales de las pseudociencias, que usan argumentos postmodernistas para justificar su falta de rigor en el empleo del método científico en sus análisis de evidencias (esta segunda causa se da sobre todo en pseudociencias que tienen que ver con las ciencias de la salud).
La utlización de argumentos pseudocientíficos por parte de los postmodernistas, suelen ser fruto de un calculado intento de escandalizar a la comunidad científica, o bien cuando las tesis pseudocientíficas justifican o realzan el valor de las ideas políticas o intelectuales de estos teóricos del postmodernismo.
Pseudociencia y postmodernismo, por tanto, se nutren mutuamente el uno del otro, favoreciendo el caldo de cultivo propicio para el desarrollo de ambas. Las ideas postmodernistas están tan ampliamente diseminadas en la cultura occidental (al menos dentro de ciertos círculos de influencia intelectual y económica) que crean un clima en el cual las ideas que promueven el análisis riguroso de las evidencias son desechadas o menospreciadas. Al fin y al cabo, ser riguroso, aprender física, matemáticas o biología exige bastante trabajo y esfuerzo. ¿Por qué molestarse cuando en realidad solo es una cuestión de opinión? Es mucho más fácil, y más gratificante, crear un sistema revolucionario basado en la manipulación verbal  de frases acuñadas en la popularización de la relatividad y la física cuántica.
También hay aspectos psicológicos profundos que observar en por qué mucha gente prefiere optar por ese camino. El cerebro humano está creado para sobrevivir, y la ciencia y el pensamiento lógico y empírico es una invención relativamente nueva, que muchas veces camina en sentido contrario a nuestra intuición y a lo que somos. Existen sesgos lógicos, cognitivos, y falta de conocimientos básicos en estadística, pruebas o análisis.
Se prefiere creer en lo que se quiere que sea verdad. La lógica y el empirismo científico muchas veces no coincide con nuestros deseos, pero gran parte del crecimiento y maduración en el ser humano es precisamente el hecho de saber desligarse de pensamientos reconfortantes pero falsos y el saber distinguir los deseos de la realidad.

4 Bibliografía


DUCHT, Steven, Science, Pseudoscience and Irrationalism [en línea]. University of Wisconsin – Green Bay. [Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2010]. Disponible en web: <http://www.uwgb.edu/dutchs/pscindx.htm >

      GOLDACRE, Ben. 2009. Bad Science. Londres, Reino Unido: Harper Perennial. ISBN 978-0-00-728287-0
      SOKAL, Alan. 2008. Beyond the Hoax: Science, Philosophy and Culture. Nueva York, Estados Unidos: Oxford University Press Inc. ISBN 978-0-19-923920-7
WALACH, H. Magic of Signs, A Non Local Interpretation of Homeopathy. Journal of Scientific Exploration [en línea]. 1999, vol.13, nº2, pp.291-315. [Consulta: 11 de enero de 2011]. Disponible en web:<http://www.homeopathy.org/research/research_reviews/Walach.pdf>


Notas añadidas
A modo de ampliación, y tras colgar este artículo en la red, ver el artículo de Recuerdos de Pandora sobre Popper y la diferencia entre ciencia y pseudociencia con interesantes comentarios a su vez.

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